sábado, 25 de agosto de 2012

Pedraza: Preso para evitar una posible fuga

RECHAZARON EL PEDIDO DE EXCARCELACION DE PEDRAZA

 Por Irina Hauser

El Tribunal Oral Criminal 21 (TOC 21) rechazó los pedidos de excarcelación del líder de la Unión Ferroviaria (UF), José Pedraza; su número dos, Juan Carlos “Gallego” Fernández; el delegado Claudio Alcorcel; el picaboletos Guillermo Uño y el guarda Gabriel Sánchez, en el juicio donde están acusados por el asesinato de Mariano Ferreyra. Los jueces argumentaron la necesidad de evitar el peligro de que se fuguen y entorpezcan la investigación, más aún teniendo en cuenta que, por los delitos que se les atribuyen, si reciben una condena será de cumplimiento efectivo. A la vez, dieron especial relevancia a las amenazas a testigos que se iniciaron durante la instrucción de la causa y continúan hasta la actualidad.

La excusa de los defensores para reclamar la libertad de sus clientes fue la declaración del martes último del testigo Gustavo Mendieta, abogado de los trabajadores tercerizados, quien dijo que lo que figuraba en su declaración de la etapa de instrucción no era exactamente lo que había relatado, al tiempo que reconocía que no leyó el acta antes de firmarla. En función de éste y otros testimonios, los letrados plantearon que parte de la prueba en la que se basaron las detenciones estaba viciada y que la investigación había estado direccionada, por lo tanto debían quedar en libertad. Lo primero que aclaró el tribunal es que si entra a analizar esas cuestiones estaría adelantando opinión.

La resolución, firmada por Horacio Días, Carlos Bossi y Diego Barroetaveña, dice que si se deja en libertad a los acusados “no se encuentra garantizado” “el normal desarrollo del proceso”. Señala la posibilidad de fuga y de entorpecimiento frente a delitos graves –como es el homicidio calificado, que prevé prisión perpetua– y dice que otorgar la libertad a Pedraza y a la patota conspira contra el objetivo de lograr “la mayor celeridad posible para el juicio”. También tiene en cuenta que la persistencia de amenazas podría derivar en un beneficio para los acusados ya que quienes son “intimidados” “podrían callar desmoronando prueba cargosa”. Por ejemplo, uno de los testigos claves, Diego Cardías, recibió hace poco una advertencia para que cambie su declaración.

El lunes próximo declara otra de las víctimas, María Wenceslada Villalba, que fue herida en la manifestación de los tercerizados. Luego comenzarán a declarar policías: algunos que participaron en la identificación y detención del barrabrava Cristian Favale, acusado de disparar, y otros que estuvieron en el operativo en Barracas durante el ataque de la patota de la UF.

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