martes, 7 de agosto de 2012

Proyección de las filmaciones del ataque de la patota ferroviaria

Las defensas están en la misma sintonía
Los abogados de varios acusados, tanto de ferroviarios como de policías, actuaron en coincidencia para pedir que se exhiban filmaciones del día del crimen. La defensa corporativa de la UF también quedó plasmada en la designación de abogados sustitutos.

 Por Irina Hauser

El presidente del Tribunal Oral Criminal 21, Horacio Días, estaba anunciando el comienzo de las indagatorias y el público se preparaba para ver a José Pedraza en el banquillo, cuando varios defensores lo interrumpieron. Querían que antes de interrogar a los acusados se les exhibieran ahí, en la pantalla gigante de la sala, todos los registros fílmicos de los sucesos en los que la patota de la Unión Ferroviaria (UF) mató a Mariano Ferreyra y otras imágenes que son pruebas del juicio. En el pedido confluyeron abogados tanto de los ferroviarios como de los policías implicados. La sintonía entre varias defensas, que han adherido mutuamente a los pedidos de nulidad del juicio, se vio desde la primera audiencia. Pero ayer la defensa corporativa de los ferroviarios en particular quedó plasmada en los papeles: Juan Carlos “Gallego” Fernández, segundo de la UF, nombró como abogados sustitutos al defensor del líder gremial José Pedraza, a su socia y al letrado de Juan Carlos Pérez, el portero de los talleres de Remedios de Escalada acusado de recolectar las armas después del ataque a los tercerizados para hacerlas desaparecer. Por la exhibición de las grabaciones, las declaraciones de los acusados se pasaron para el jueves.

El nombramiento de defensores sustitutos fue un pedido del TOC 21 para aquellos acusados que tienen menos de cuatro letrados. Quieren evitar que la ausencia de abogados pueda poner en riesgo la realización de audiencias que demoren el juicio. Los representantes de la mayoría de los ferroviarios vienen manteniendo reuniones reservadas para diseñar una estrategia común o coordinada. Algunos, como Pedraza y Fernández, acusados de ser instigadores del homicidio, ya oficializaron esa alianza, también junto con uno de los acusados de la patota. Al primero lo defiende Carlos Froment, que ahora también es suplente para defender a Fernández, junto con su socia Daniela Paula Grisetti, quien defiende al delegado Jorge González, y con Mario Laporta, letrado de Pérez. El abogado de Gabriel Sánchez, acusado de haber disparado, está intentando tentar a otro abogado del juicio. Los jueces postergaron para el final de las audiencias expedirse sobre las nulidades.

Al planteo de proyección de las imágenes televisivas, policiales y privadas (con teléfonos) se sumó con ímpetu la fiscal María Luz Jalbert, que consideró “medular” que los acusados las vieran. El juez Días aclaró que hacía tiempo estaban a disposición de las partes y ofreció copias, pero finalmente aceptó la proyección y de ahí en más la sala quedó en penumbras. En las filmaciones de la policía se veía arriba de las vías y en el terraplén a los hombres de la UF escoltados por personal policial, mientras que los tercerizados, el Partido Obrero (PO) y otras agrupaciones quedaban abajo, en la calle lindera, sin poder concretar un corte con reclamos laborales, mientras la patota los seguía.

Las querellas del Centro de Estudios Legales y Sociales, que representa a la mamá de Mariano, y de los heridos del PO, estiman que las filmaciones favorecen su acusación. “Se ve claro el momento en que empieza el ataque de la patota y la situación previa a los disparos cuando amenazan a los periodistas para que no filmen, e incluso el momento en que llega Cristian Favale (otro de los tiradores) con un grupo numeroso de gente y se une a los que ya estaban, diez minutos antes de los disparos”, señala Maximiliano Medina, del CELS. “Cuando llega Favale es evidente que lo conocen (aunque no es ferroviario) porque le dicen ‘eh, llegaste tarde’. El ataque, en el momento de la desconcentración, es evidente”, añade Claudia Ferrero, del PO. También se proyectó la filmación policial, que se corta en el momento del ataque.

En cambio, los defensores creen que las imágenes los ayudan porque “se aprecia que los manifestantes llevaban palos y honderas”, dice el abogado de Sánchez, Gustavo D’Elía, “y eso desacredita la teoría de que fue una emboscada, porque –a su entender– fue una gresca”. Si el homicidio fuera en riña, la pena sería mucho menor a la del homicidio calificado, que llegó a juicio. También se exhibieron fotos del Congreso de Latinrieles, donde estaban Pedraza y Fernández mientras actuaba la patota. Lo que intentarían usar las defensas es que no se los ve juntos todo el tiempo y marcar la presencia allí del ex secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi.

Entre las proyecciones se vio a Mariano Ferreyra herido, primero tendido en el suelo, luego adentro de la ambulancia particular que lo llevó al Hospital Argerich, al que llegó sin vida. Su mamá, Beatriz Rial, presente en la sala, no soportó el dolor y bajó la mirada. Pedraza, por momentos, se adormecía en su asiento. Cuando la ambulancia ya había partido se ve llegar un micro de la Policía Federal y se oye a alguien gritar con furia: “¿Ahora llega la cana?”.

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